“Indigno de ser humano”
A Ring y Ellis, su esposa, dedicó Fitzgerald la recopilación “Todos los hombres tristes”, en testimonio de una sólida -y líquida (alcohólica)- amistad.
“Soy un gato” es una mirada crítica a la sociedad japonesa de ese tiempo, pero que puede extenderse a la humanidad en general.