Ravel, por José Antonio Quesada Sierralta
Vida
Maurice Ravel, uno de los más grandes compositores franceses del siglo XX, falleció en París el 28 de diciembre de 1937, a los 62 años, debido a una lesión cerebral. Durante su vida produjo una vasta obra que abarcó desde la música orquestal hasta la música de cámara y el ballet, y se le considera uno de los mayores exponentes del impresionismo musical.
Nacido en Ciboure, una pequeña localidad del País Vasco francés, Ravel creció en una familia acomodada que le proporcionó una educación musical sólida. Estudió en el Conservatorio de París, donde se formó como pianista y compositor, y donde recibió la influencia de Claude Debussy, con quien mantuvo una estrecha amistad.
Ravel viajó extensamente por Europa y América, donde se presentó como pianista y director de orquesta. En sus obras, combinó elementos de la música clásica y popular, creando un estilo propio que lo diferenciaba de otros compositores de su tiempo. Nunca se casó y no tuvo hijos, pero mantuvo amistades cercanas con artistas y músicos de renombre.
Una de sus últimas obras, el Concierto para piano para la mano izquierda, la compuso para el pianista austriaco Paul Wittgenstein, quien perdió su brazo derecho durante la Primera Guerra Mundial. La obra es un ejemplo de la habilidad de Ravel para innovar en la música y crear un lenguaje propio que sigue siendo admirado hoy en día.
A pesar de su importancia como compositor, la vida personal de Ravel fue en muchos sentidos difícil y problemática. Desde una edad temprana, Ravel tuvo que lidiar con diversos problemas de salud, incluyendo una debilidad en su mano izquierda que le dificultó la ejecución del piano. Además, Ravel era un hombre solitario y retraído, que tenía dificultades para hacer amigos y mantener relaciones personales duraderas. Esto se vio agravado por su creciente desconfianza y resentimiento hacia la sociedad y la política de su época.
Estilo
Aunque Ravel es comúnmente asociado con el movimiento impresionista francés, su estilo musical es en realidad más complejo y ecléctico de lo que se suele reconocer. En su música se pueden encontrar influencias de una amplia gama de estilos y géneros, desde la música popular española y la música de gitanos hasta el jazz y el surrealismo. Además, Ravel no se limitó a seguir las convenciones formales y armónicas de la música tradicional, sino que experimentó con nuevas formas de estructuración y nuevas armonías, creando así un lenguaje musical único y distintivo. De hecho, muchos consideran que Ravel fue uno de los más importantes innovadores de la música del siglo XX, y su influencia puede ser vista en numerosos compositores posteriores.
Crítica
Ravel era un compositor meticuloso y perfeccionista, que trabajaba de forma lenta y metódica en cada una de sus obras. A menudo se le acusó de ser un compositor “pintoresco” o “decorativo”, debido a su atención detallada a las texturas y a los efectos sonoros. Sin embargo, esto no hace justicia a la complejidad y profundidad de su música, que en realidad es muy sofisticada y rica en significado. Ravel era especialmente hábil en el uso de la armonía y el ritmo, y sus obras a menudo incorporan ritmos y melodías exóticas o de influencia jazzística. A pesar de su meticulosidad, Ravel era un compositor muy prolífico y su obra abarca numerosos géneros y formas, desde la música de cámara y las obras orquestales hasta la ópera y la música para ballet.
Sus opiniones
Sobre su música:
“La música, así lo siento, debe ser emocional en primer lugar, e intelectual en segundo término”
Sobre su enfoque compositivo:
“Hice mi trabajo lentamente, gota a gota. Salió de mí por piezas”
Sobre la importancia de la originalidad:
“Debemos recordar siempre que la sensibilidad y la emoción constituyen el contenido real de una obra de arte”
Sobre su vida amorosa:
“Un artista tiene que tener mucho cuidado cuando se quiere casar con alguien, porque un artista nunca se da cuenta de su capacidad para hacer miserable a su compañera. Está obsesionado por su trabajo creativo y por los problemas que plantea. Vive un poco como un soñador y no es ninguna broma para la mujer con la que vive. Uno siempre tiene que pensar en eso cuando uno quiere casarse.”
Recomendaciones
A menudo se considera a Maurice Ravel como uno de los principales representantes de la música Impresionista, pero en realidad su estilo es mucho más amplio y complejo que eso. De hecho, Ravel nunca se identificó con la etiqueta Impresionista, y a menudo expresó su preferencia por la música barroca y clásica.
Aunque su influencia literaria fue más limitada que la de Debussy, Ravel también encontró inspiración en poetas como Stéphane Mallarmé y Condillac, y fue amigo cercano de Ricardo Viñes. Además, su música a menudo presenta un fuerte elemento simbólico, como se ve en piezas como “Ma mère l’Oye” y “La Valse”.
Pero lo más importante en la música de Ravel es su increíble atención al detalle y su habilidad para crear mundos sonoros exquisitos y detallados. Sus obras más populares, como el “Bolero”, “Daphnis et Chloé” y “Pavane pour une infante défunte”, son prueba de ello y se han convertido en clásicos de la música.
(Maestría de Artes, UNSA).