El arte crea mejores seres humanos

Entrevista a Verónica Torocahua, por Grecia Lazarte

A sus treinta y dos años Verónica Torocahua se ha colocado entre los artistas jóvenes más importantes de Arequipa. Ha ocupado el Primer lugar en la categoría profesionales, de XI Concurso de acuarela premio TLATOC CDMX, llevado a cabo en las instalaciones del Museo de la Acuarela del Estado de México en setiembre 2017; además participó en la Plovdiv Contest, IWS Bulgaria 2019 y fue parte de la Selección finalista de IWS China 2018. Tiene la Primera Mención de Honor IWS Latín América en el concurso de acuarela “Que Fluya el Agua” Categoría Juvenil, entre muchas otras distinciones. La entrevistamos:

¿Cómo se inició tu carrera artística?

Empezó desde muy niña por las esculturas y vestuarios de los santos en las Iglesias. En el colegio siempre me decían tienes talento para el arte, deberías postular a una escuela, pero primero investigué en otras carreras, casi dos años, y no cubrieron mis expectativas; hasta que al final postulé a la carrera de Pintura y fue lo que llenó mi vida.

Estudie Artes en la Escuela Nacional de Arte Carlos Baca Flor de Arequipa.

El impacto más grande allí fue con libros de mitología de bestias y quimeras, pinturas del Bosco, que fue el primer artista que me llamó la atención y me inspiraron.

¿En que aportó a tu carrera vivir por un tiempo en Lima?

Aquí en Arequipa ya había conocido prácticamente todo y quise aprender nuevas cosas, vivir nuevas experiencias, que impactarían en mi obra. Lima me permitió descubrir a personas que me motivaron mucho. Encontré a gente entregada cien por ciento a su trabajo, reales amantes de lo que hacen y que viven su esencia y que buscaban de miles de maneras impactar en la sociedad. Fue bueno conocer a gente adulta pero que sigue siendo jovial, que no pierden la necesidad de descubrir nuevas cosas al mundo.

¿Cuál consideras el mayor de tus logros?

El momento más especial de mi vida artística fue cuando gané un premio en México en el 2017, en el Museo de la Acuarela del Estado de México, el premio Tláloc en la categoría profesional, con mi obra “Lolita Naif”.

Fue muy importante, porque yo partía de la escuela tradicional de acuarela arequipeña que difícilmente tienen las herramientas para ayudarte en propuestas distintas; y quedé en primer lugar con algo muy diferente de lo que se hace aquí. Los tres primeros puestos fuimos peruanos, eso me indica que tenemos talento. Gracias a ello pude conocer que había oportunidades fuera del país.

Yo que no era completamente aceptada en mi propia ciudad de pronto en otro país me apreciaban e incluso, me premiaban. Reafirmé mi seguridad como artista peruana en mi estilo.

¿Técnicas que más usas?

Por lo que me conocen es por la acuarela, por la soltura y la versatilidad que da la técnica. Pero me encanta más el óleo y el acrílico: la plasticidad, me gusta que haya materia. Me gusta intervenir diferentes materiales, zapatos, cartones, cueros. Al crear la obra siempre dicen algo, te dan una idea de dónde la obra se ve más interesante. El material ofrece un significado y contenido. Usé tinta alternativa pastelera, anilinas, spray, labial, sombras de ojos agregar pestañas. Me encanta divertirme haciendo mi obra.

¿Qué te diferencia de otros artistas?

Quizás que me gusta decir las cosas directas. Muestro cosas que no todos darían a conocer. No me gusta trabajar con retoricas, soy de decir las cosas claras y directas que den impacto.

Tengo cambios constantes pero siempre trato de encontrarme sincera conmigo misma. Eso me diferencia de mis colegas de Arequipa, de los que siguen mucho las Tradiciones.

Siempre seguiré cambiando, evolucionando mi estilo. Cada vivencia que paso hace que vayan cambiando mis obras, el color, por eso mismo viajo y sigo aprendiendo. Me gusta que a veces me toman como referente algunos jóvenes y creo que eso lo logré siendo sincera conmigo misma, con mi propia identidad en mi obra.

¿Las redes sociales influyen en tu carrera?

Sí, ahora son una herramienta muy importante ya que todos tienen un móvil. El arte siempre estuvo, los artistas siempre existieron, pero la gente de a pie casi no se atreve a ingresar en una galería pues piensan que se cobra o es muy selectivo.

Las redes hacen que todos puedan consumir. Muchas personas ven mis obras y les agradan y la mayoría de pedidos o compras son gracias a las redes sociales. El artista de estos tiempos tiene que hacer de todo para promocionarse, claro, con la seriedad del caso. Las redes son una herramienta pero hay que saber usarlas.

Siempre hallarás personas que hablen bien o mal de ti: transgresora, me dirán por mis pinturas fuertes, por mis cuadros donde pinto desnudos, imágenes con temáticas oscuras, darks. No hay que pintar solamente paisajes, que se suele hacer aquí en Arequipa, hay mucho más para mostrar, no hay que tener miedo.

Cuéntanos el momento que consideres más importante para tu vida artística.

Mira, he tenido bastantes momentos que me han marcado como persona y como artista, no podría separarlos, pero uno de esos momentos fue cuando empecé a meterme a la movida underground de la ciudad, inmiscuirme en sus noches.

Conocí a muchas personas que alimentaron mi imaginación y que suelo plasmar en mis obras. Me sentí muy identificada con las personas de la noche. Por esas épocas estaba de moda tener tu banda e ir a las salas de ensayo. Todo eso pasó más o menos durante la primera década de los 2000. Fue muy importante para mí, porque, así como descubrí muchas cosas, lugares y personas, también me descubrí y eso me permitió hacer una catarsis cuyo resultado final fue la decisión de volverme artista.

En esas noches conocí mucha gente rota, que pasó por momentos fuertes y duros en sus vidas, de violencia tanto física, como sexual y sicológica; algunos amigos incluso se suicidaron, estas personas que no podían encontrar su lugar en el día entonces lo hacían por las noches de muchas maneras, a través de la moda, los lugares a los que íbamos, la música que escuchábamos.

Eso plasmo en mis obras; aunque algunos creen que lo hago solo por llamar la atención, no es así.

¿Tus obras solo se venden a un sector?

Recién la gente me está viendo. Incluso hay personas que no creen que soy de Arequipa, me imagino que es por mi temática.

Tuve en una ocasión una experiencia: en la primera feria que organicé en la calle con artistas una señora compró mi cuadro y me dijo es la primera obra que compro que es original.

Creo que sí hay gente que consume arte, solo que nosotros a veces no nos dejamos ver, creo que es momento de compartir con las personas, ellos aprenden a diferenciar lo que es una copia o una impresión; ahí empiezan a contemplar, reflexionar, valorar. Es un círculo: la gente más sensible ante el arte va ser creativa, ahí empieza el cambio. Una sociedad con arte y cultura va ser distinta, tiene mejores seres humanos, crea mejores humanos.

¿Recomendarías a los jóvenes hacer arte contemporáneo?

Recomendaría que primero se pongan serios, que se pregunten por qué quieren hacer esa carrera. Como en toda carrera deben ser disciplinados. Muchos lo toman como un hobby. Hay que leer, investigar y sobre todo concentrarse. No dejarse llevar por las críticas, enfocarse en si desean ser grandes artistas.

Sobre todo, educarse. Averiguar biografías de artistas, cómo crecieron en su carrera, para tenerlos como una dirección. Saber de Historia.

El arte contemporáneo conceptual para mí es estudio full investigación. Hay que entenderlo, no podemos meternos a la ligera. Hay mucha gente con técnica, pero se necesita una comprensión del todo. Es un movimiento que no siempre se aprende en una escuela de artes.

Mi mensaje para nuestros jóvenes de estos tiempos sería que no tengan miedo de soñar, que no se dejen consumir por la vida, solo tenemos una y no estamos aquí para sufrir; que no se callen, que hablen y digan si algo no les parece bien, que no sean conformistas y sea cual sea la profesión que van a tomar, háganla siempre partiendo del corazón.

(Maestría de Artes, UNSA)