Obstáculos a la cultura
Todo hace presumir que este año no tendremos la tradicional fiesta del libro debido al veto impuesto por la Municipalidad de Arequipa sobre el espacio que tradicionalmente ocupaba, la calle San Agustín. Una decisión contradictoria y al parecer inmotivada, ya que la calle Santa Catalina colindante acaba de ser ocupada por la feria propiciada por el Congreso de la Lengua reciente. El Festival del Libro en sus diecisiete ediciones ha mostrado ser el mejor organizado, el más visitado, el que presenta la mejor programación académica y trae destacados invitados locales, nacionales e internacionales. Su cercanía con los locales del complejo cultural de la Universidad Nacional de San Agustín, que suele apoyar al Festival, permite la inmediatez con los conversatorios, las presentaciones de libros y las conferencias de los invitados. No se ve razón alguna para impedir la continuidad del Festival en su espacio acostumbrado.
Se espera que las autoridades recapaciten sobre la prohibición, que apoyen al evento y que le designen una subvención, mostrándonos que en efecto a nuestras autoridades les importa la promoción de la lectura, de la cultura y el arte.
Aún estamos a tiempo de esperar decisiones encomiables.
